Introducción

Es un blog web que tiene como finalidad poner en el Internet resúmenes de diferentes tipos de libros INTERESANTES, con el objetivo de fomentar la lectura en personas que a veces no tienen tiempo para leer un libro de 300 o 400 páginas. Yo me voy a dar ese trabajo y les iré presentado en mi blog diferentes resúmenes que espero les agrade y puedan dejarme sus comentarios.


Resúmenes publicados hasta ahora:


El Último secreto de Da Vinci, Angeles y Demonios, Todas las Sangres, John F. Kennedy, Eisenhower, El Fin del Hombre, Miguel Grau, El Código Da Vinci, Abraham Lincoln, Moshe Dayan,Yaser Arafat y la OLP, El Dalai Lama, La vida privada de Stalin, Jorge el Hijo del Pueblo, Reinhard Heydrich: El Asesino de Hitler, Matalaché, Putin: El Elegido de Rusia, El Africanus y la Traición de Roma, Aníbal.


En estos resúmenes respetaremos totalmente el contenido del libro establecido por el autor, simplemente destacaremos lo más importante para conocimiento de nuestros lectores.


Si después de leer un resumen, les agradó el argumento, el tema, la trama del libro, etc. Lo pueden comprar en cualquier librería del mundo. Tenemos que entender que en un resumen de 10 páginas no vamos a poder poner todo el contenido de un libro de 300 o 400. Por ello de lo que se trata es de fomentar la lectura rápida, por eso el blog se llama "librofacil".


Ustedes amigos que lean lo escrito en este blog, pueden sugerir que libros les gustaría leer en forma resumida, el único requisito es que sea un buen libro. Yo me daré ese trabajo placentero de leer todo el libro y luego lo resumiré para ustedes en mi blog. De esta forma podremos interactuar y ser amigos. También encontrarán mi dirección electrónica donde podrán escribirme y darme sus comentarios y sugerencias.


jueves, 5 de noviembre de 2020

YASER ARAFAT Y LA OLP

YASER ARAFAT Y LA OLP 

 Autor: Tony Walker y Andrew Gowers
 Resumen: Víctor Fernández

 LA BIOGRAFIA

El 4 de agosto de 1929, nació en El Cairo Mohamed Abdel Raouf Arafat al Qudwa al Hussseini, Hijo de Abdel Raouf al Qudwa al Husseini. Comerciante y de doña Zahwa de Jerusalén. Cuando Arafat tenía 4 años fue enviado a vivir en Jerusalen, ahí vivió hasta el año 1937. En el Cairo acudía al colegio Faruk y se ganó el sobrenombre de “Yaser”, que significa despreocupado.
El 12 de enero de 1953 fue elegido Presidente de la Liga de Estudiantes Palestinos y junto con sus compañeros enviaron un pedido al Primer Ministro egipcio, escrito con sangre, que decía “No olvidéis Palestina”.
El 14 de mayo de 1948 se crea el Estado de Israel y comienza la guerra de Independencia que da comienzo al éxodo de la población palestina, 1, 300,000 se vieron desplazados a Jordania, Siria, Líbano, Franja de Gaza o a la orilla occidental del Rio Jordán.
Mientras tanto, Arafat estaba terminando su escuela secundaria en El Cairo. En 1949, el primer impulso de Arafat fue irse de Medio Oriente, Pero no llevó adelante su plan y comenzó una carrera universitaria. 
En el verano de 1951, un joven palestino de carácter implacable llegaba a El Cairo desde la franja de Gaza. Su nombre era Salah Kalaf. Kalaf comienza una relación con Arafat que se prolongaría por más de 30 años.
En la noche de 22 al 23 de julio, Kamal Abdel Nasser, capturó el gobierno de Egipto por medio de un golpe incruento. Nasser nacionalizó El Canal de Suez. Este hecho elevó a Nasser como un héroe del mundo árabe. Arafat se graduó de ingeniero y se fue a Kuwait.

 LUCHA
 
 El año 1958, cinco jóvenes palestinos se reúnen en Kuwait. De los cinco jóvenes presentes, dos ya eran buenos amigos, Yaser Arafat y Kalil al Wazir. Llegan a una conclusión: Los palestinos, tendrían que hacerse cargo de su futuro con sus propias manos. Había comenzado un movimiento revolucionario llamado Al Fatah.
Arafat y Wazir no tenían dudas acerca de lo que debía hacerse. Estaban decididos a unir a los palestinos en una lucha violenta contra Israel. Y con este fin crearon una revista llamada Filastinuna: Nida Hayat (nuestra Palestina: la llamada de la vida). La editaban en Beirut. Desde ese momento entre 5000 y 10,000 ejemplares se distribuyeron regularmente entre los palestinos del Medio oriente. Todos los ejemplares llevaban un apartado de correos (1684) a través del cual los lectores podían tomar contacto y esto les sirvió para reclutar nuevos adeptos al movimiento. 
El 13 de enero de 1964, el presidente Nasser crea un organismo representativo de todos los palestinos llamado Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Hacia 1964, Al Fatah se había convertido en un trabajo a tiempo completo para Arafat, tenía una sensación de urgencia y dijo: “Siempre le había prometido a Dios y me había prometido a mí mismo que 1964 vería el comienzo de la lucha armada”

 EL CONTROL 

El 9 de junio de 1967, En directo desde Radio el Cairo Nasser hablaba del grave revés militar que había sufrido frente al ejército judío. Los israelíes habían abatido por completo a toda la fuerza aérea egipcia, y con ello habían arrebatado la franja de Gaza a Egipto; y ejercían pleno control sobre la orilla oeste del río Jordán. Lo peor de todo, la ciudad santa de Jerusalén, el centro de gravedad de Palestina, había caído en manos de los judíos. 
Los líderes de Al Fatah se reunieron inmediatamente para considerar que hacer a continuación, Arafat les dijo: “la derrota de 1967 es el preludio de una gran victoria”. 
Cuando comenzó la violencia de Al Fatah, las autoridades judías, detuvieron a miles de activistas políticos. En diciembre de 1967, el Ministerio de Defensa israelí anunció que 60 fedayín habían sido muertos y 300 encarcelados desde la guerra de junio. Pero a pesar de ello, en el verano de 1967, unos 400 estudiantes y trabajadores palestinos se enrolaron en Al Fatah.
El 18 de marzo de 1968, un autobús escolar israelí pasó por encima de una mina colocada por los fedayín cerca de la frontera jordana. Murieron un doctor y un escolar, y 29 niños fueron heridos. Israel decidió golpear a las guerrillas y golpear fuerte. Al otro lado del río, en su base de Karameh, Arafat estaba advertido de que era inminente un ataque a gran escala y dijo:” Vamos a enfrentarnos a él igual que David se enfrentó a Goliat”. Para Arafat la inminente batalla era una oportunidad de poner a la resistencia palestina en el mapa.
La batalla comenzó el 21 de marzo a las 5.30 de la mañana. Los paracaidistas judíos se quedaron atónitos cuando se encontraron con un grupo de comandos del FPLP con los que libraron una lucha de cuerpo a cuerpo. El enfrentamiento duró el resto del día, los israelíes habían sufrido 28 muertos y 69 heridos. Al final de día, 98 guerrilleros habían muerto y su base había sido aplastada.
Para Arafat, la batalla fue la primera victoria de la nación árabe desde la guerra de 1967. Los fedayín convirtieron la batalla en un modelo de firmeza árabe. En Israel la batalla produjo una conmoción. 
En el mundo árabe la batalla de Karameh detonó una explosión de apoyos a los fedayín. AL Fatah se vio superada con más de 5000 peticiones de voluntarios para unirse a la guerrilla. Arafat tendría que salir del subsuelo y presentar su cara al mundo, tenía 38 años de edad. Un mes después de la batalla, Arafat fue nombrado portavóz oficial de Al Fatah, fue retratado en miles de revistas y periódicos árabes, su cara sin afeitar adornada con el pañuelo a cuadros y las gafas de sol se convirtió en un emblema de la resistencia; se propagaron historias mitologizadas acerca de su vida. Al Fatah confirmaba su estatus de ser la mayor agrupación guerrillera de Palestina .A finales de 1968 Al Fatah tenía 2000 hombres armados. Todo esto era una reivindicación de Arafat. Pero él quería el reconocimiento oficial de Al Fatah por parte de los regímenes árabes. Solo después de la derrota en la Guerra de los Seis Días, Nasser estuvo de acuerdo en recibir a Arafat en abril de 1968. Arafat comenzó a confiar más en Nasser. Nasser prometió y cumplió en darle armas y entrenamiento a sus hombres, además permitió que Al Fatah instalara una emisora de radio en El Cairo llamada la “Voz de Al Fatah” que se hizo muy familiar al mundo árabe.
El 3 de febrero de 1969 Arafat fue elegido como secretario general del Comité Ejecutivo de la OLP en presencia del presidente Nasser, de esta forma Arafat era aclamado como el principal dirigente palestino.

 ENEMISTAD MORTAL

A mediados de octubre de 1968 falleció un dirigente de Al Fatah en Jordania, Lo que era un entierro se convirtió en una manifestación política, Arafat fue el orador principal. Era la primera vez que los fedayín hacían una demostración de fuerza en Amman. Para el rey Hussein, gobernante jordano era una visión muy perturbadora.
El 2 de noviembre de 1968 los palestinos asaltaron la embajada americana en Amman. Ante este hecho, Hussein envió a su ejército a sofocar la agitación. Miles de soldados rodearon y bombardearon los campos de refugiados durante más de tres días. El rey Hussein se enfrentó a Arafat y le adjudicó la responsabilidad de los disturbios. El 10 de febrero de 1970, el rey Hussein simbolizó su intención de restaurar la autoridad en su reino con un decreto de 11 puntos que imponía severas restricciones a los fedayín. Enfurecidos los fedayín abrieron fuego contra la policía, muchas personas sobre todo palestinos murieron en los choques que duraron tres días. 
Pero las dificultades de Hussein empezaron a llamar la atención de Washington. A los ojos de Henry Kissinger, que tenía al rey por amigo personal, el ascenso de los fedayín apoyados por regímenes radicales pro soviéticos de Irak y Siria, suponía tanta amenaza para Estados Unidos como para Jordania. Kissinger animó a Hussein a tomar medidas decisivas contra los fedayín. 
El Rey Hussein en una emisión de radio del 16 de setiembre, declaró la ley marcial y anunció que estaba preparando un gobierno militar para restaurar el orden y la seguridad. El enfrentamiento cogió a la resistencia palestina desprevenida. Este conflicto de setiembre, que llegaría a ser conocido como Setiembre Negro fue cruento y prolongado. Hussein había previsto que todo habría concluido en 48 horas. Pero los palestinos armados con Kalashnikovs, granadas de mano y un puñado de cohetes y morteros, lucharon con valor y determinación. Los esfuerzos de Arafat por terminar el combate solo dieron fruto al sexto día, cuando el presidente Nasser que estaba enfermo, convocó el 22 de setiembre, a una cumbre de dirigentes árabes .
El resultado de la reunión fue la firma de un acuerdo entre Hussein y Arafat que establecía el alto al fuego. Esta guerra civil había costado 3000 vidas según la Cruz Roja y 20,000 según Arafat. El presidente Nasser, esa misma noche falleció víctima de un infarto cardiaco.
A Arafat le afectó mucho ésta noticia, porque con la muerte Nasser ya no había ninguna garantía de cumplimiento de los acuerdos firmados con Hussein. Y así fue, en octubre de 1970 Hussein conversó secretamente con el ministro de asuntos exteriores de Israel Yigal Allon, y le prometió que haría todo lo posible para evitar las acciones de los fedayín en contra de Israel.
Arafat se refugió con sus hombres en Ajlun .El Ataque a Aljun llegó el 12 de julio, fue tan atroz que sacó a los guerrilleros de sus cuevas, fueron masacrados por los soldados beduinos del rey. Arafat se preparó para abandonar Jordania.

 SETIEMBRE NEGRO

En Damasco a principios de septiembre de 1971, unos dirigentes selectos de Al Fatah, incluyendo al mismo Arafat, tomaron la decisión de constituir un equipo especial que dirigiera las operaciones de venganza contra el régimen de Hussein.
Así nació Setiembre Negro. El 28 de noviembre de 1971, hacia la una y media de la tarde, subía las escaleras del Hotel Cairo Sheraton, Wasfi al Tal, primer ministro y hombre fuerte de Jordania, le salió al paso un joven pistolero que le vació 5 tiros sobre el hombre al que muchos militantes palestinos atribuían la mayor parte de responsabilidad por su expulsión de Jordania.
El asesino fue identificado como Mansur Suleiman Khalifah. Arafat le dijo a Radio Al Fatah en El Cairo que: “antes de que acabara 1971, cuatro de nuestros revolucionarios habían abatido al traidor Wasfi al Tal, y nuestros revolucionarios continuarán persiguiendo a todos los traidores de la nación árabe”.

 MUNICH

Los documentos de la inteligencia alemana revelan que las semillas de Munich habían comenzado a germinar en la mente de los dirigentes de setiembre Negro en Beirut, a principios de 1972. 
El escenario estaba preparado. La invasión de la Villa Olímpica comenzó a las 4.30 del 5 de septiembre por ocho comandos .Rápidamente dos miembros del equipo judío fueron asesinados y otros nueve fueron secuestrados. El mundo miraba paralizado sus televisores en los que las cámaras ofrecían imágenes en directo desde la Villa Olímpica. En nerviosas negociaciones, las guerrillas presionaron para la liberación de decenas de prisioneros árabes detenidos en Israel. 
El gabinete israelí, reunido con su primera ministra Golda Meir, se mantuvo inflexible acerca de que no podía haber trato con terroristas. Al caer la noche, las autoridades alemanas habían decidido que se tenía que intentar el rescate. Los comandos de la OLP, que habían pedido que se les dejara ir juntos por vía aérea hasta El Cairo con sus rehenes, fueron transportados en helicóptero al aeropuerto militar de Fuerstenfeldbrueck, en las afueras de Munich. Se les había hecho creer que se les permitiría subir a bordo de un vuelo de Lufthansa hacia la capital egipcia, donde continuarían las negociaciones. Pero los alemanes no tenían la intención de dejarlos marchar con los atletas israelíes todavía cautivos. En un instante, los pistoleros se dieron cuenta de que se les había engañado. El avión estaba frío y vacío. No había tripulación a bordo. Nerviosamente, volvieron a los helicópteros, pero antes de que pudieran alcanzarlos fueron detenidos por las balas de los francotiradores. Los pistoleros árabes cruzaban fuego con la policía alemana y disparaban a los rehenes. Se arrojó una granada al interior de uno de los helicópteros, volándolo en pedazos. El otro se incendió. Al final habían muerto 15 personas. Los nueve rehenes fueron asesinados, así como 5 de los 8 pistoleros y un policía.
En Damasco y en Beirut, los dirigentes de la OLP se congratularon por la operación. Arafat y la dirección de la OLP no tuvieron que esperar por la respuesta de parte de Israel. Semanas después de la masacre de Munich la inteligencia israelí concluyó de que el responsable del ataque era Al Fatah y que el hombre encargado operativamente era Ali Hassan Salameh, responsable de la seguridad de Arafat. 
Golda Meir decidió que tenía que llevarse la guerra hasta aquellos a los que la inteligencia israelí señalaba como responsables de la Masacre de Munich, dondequiera que estén. El 16 de octubre de 1972, solo un poco más de un mes después de lo de Munich, Wael Zuwaiter, un escritor palestino, fue tiroteado en Roma cuando volvía a su casa a altas horas de la noche; el 8 de diciembre, Mahmoud Hamshari, el representante de la OLP en París, murió en la explosión de su piso; el 6 de abril de 1973, Bassel Kubeissy, un profesor de la Universidad de Bagdad y colaborador de la OLP, fue tiroteado en una calle de París; el 10 de abril de 1973 en Beirut, Salah Kalaf jefe de Septiembre Negro disfrutó de una comida con tres de sus más próximos amigos de la dirección. Fue su última comida juntos. La siguiente madrugada, tres de los cuatro estaban muertos, asesinados por comandos israelíes. Kalaf se salvó de suerte. Todos estos asesinatos fueron devastadores para la OLP.
 
LA VENGANZA 

El 1 de marzo de 1973 cuatro pistoleros forzaron la entrada a la embajada de Jartum. Los pistoleros secuestraron a los norteamericanos Noel y a Moore, junto al jeque Abdulá al Malhouk, el embajador de Arabia Saudí y su esposa. Con las armas apuntando a los diplomáticos, los guerrilleros lanzaron un ultimátum. Matarían a sus rehenes en 24 horas si no se cumplían sus peticiones. Alemania. Jordania y Estados Unidos rechazaron las peticiones. Poco antes de las 9 de la noche, cuarenta disparos se oyeron claramente. Noel, Moore y Guy Eid habían sido ejecutados.

 GUERRILLA – DIPLOMACIA

Arafat quería un compromiso de sus colegas árabes de apoyo al movimiento palestino .Y con este fin, se convocó a una cumbre de los jefes de estado en Rabat. Se reunieron los dirigentes árabes, Hussein habló en nombre de los palestinos y fue rechazado, tomó la palabra el presidente argelino Bumedian y dijo: “Argelia no reconoce a nadie que hable por los palestinos excepto a la OLP”. Otros gobernantes más demostraron su apoyo a Arafat. 
El 28 de agosto de 1974, el mundo árabe saludó a la OLP como único y legítimo representante del pueblo palestino. Desde ese momento, Arafat tenía prácticamente garantizada la audiencia del exterior. 
El 13 de noviembre de 1974, Arafat, siendo ya el representante legalmente reconocido de los palestinos, fue invitado a las Naciones Unidas. Una vez situado ante el atril de la ONU, Arafat adoptó un tono solemne para exponer el sufrimiento del pueblo palestino ante la atención del mundo. Trabajemos juntos para que mi sueño se pueda cumplir, para que pueda volver del exilio con mi gente, y vivir allí en palestina, en un estado democrático en el que cristianos, judíos y musulmanes vivan en justicia, igualdad, fraternidad y progreso”. Fue un discurso largo y complejo. En las Naciones Unidas, de 81 oradores que intervinieron 61 hablaron en contra de Israel. De golpe, la OLP fue admitida en la ONU, como si fuera el gobierno de un estado existente. Para Arafat significaba que el mundo escuchaba la voz de los palestinos.

EL ATOLLADERO LIBANÉS

 Después de la guerra de independencia de Israel en 1948, el Líbano se había convertido en el hogar de unos 180,000 refugiados palestinos. Los fedayín armados salieron a las calles de Beirut, como lo habían hecho en Amman y convirtieron sus asentamientos en campamentos armados. Ante estos hechos, la fuerza aérea libanesa bombardeó los campos de refugiados. 
Arafat, percibiendo su aislamiento político en el mundo árabe se la jugó todo a su amistad con Kamal Jumblatt, líder libanes. Al Fatah ya estaban combatiendo codo a codo con los hombres de Jumblatt, Pero el conflicto entre el Beirut este cristiano y el oeste predominantemente musulmán ya había cogido su propio impulso. El 4 de enero de 1976, los milicianos cristianos maronitas cerraron y pusieron sitio a dos campos de refugiados palestinos al este de Beirut. La dirección de la OLP pidió el inmediato levantamiento de las barricadas. Pero las fuerzas maronitas entraron en el campo de refugiados Dbayeh masacrando a muchos de sus habitantes palestinos. Arafat y sus colegas decidieron vengarse atacando la pequeña ciudad de Damour .Una pequeña ciudad cristiana que era el bastión de un líder maronita, Camille Chamoun. Tras bombardear Damour durante 8 horas, las fuerzas combinadas palestinas y libanesas musulmanas entraron a la ciudad el 20 de enero. Damour fue reducida a una ciudad fantasma.
Arafat y su jefe de inteligencia Salah Kalaf fueron convocados a Damasco para dar explicaciones. El presidente sirio llamó a Arafat y a Kalaf traidores e inmediatamente envió a su ejército al Líbano, a combatir junto a las fuerzas cristianas maronitas con el objetivo de aplastar la ofensiva palestino-libanesa. Alrededor de 12,000 soldados sirios acompañados de tanques, se adentraron en el país. Para la OLP y los radicales de Jumblatt se trataba del desafío más serio al que se habían enfrentado nunca, formaron inmediatamente un comando unificado para enfrentarse a los invasores. 
El 22 de junio, varios cientos de milicianos cristianos apoyados por el ejército sirio, lanzaron un ataque a gran escala sobre todos los campamentos palestinos, después de 52 días de bombardeos se rindieron con un compromiso de evacuación confeccionado por la liga árabe. Los 30,000 habitantes del campo habían alcanzado el límite del hambre. Incluso con la rendición no finalizó el sufrimiento. A medida que los refugiados desarmados salían del campamento, los pistoleros maronitas abrían fuego indiscriminado sobre los palestinos, tanto sobre mujeres, niños y ancianos, como sobre hombres en edad de luchar. 
Se trataba de una catástrofe de una escala sin precedentes. Al día siguiente de la masacre Arafat pidió a los dirigentes árabes que convocaran a una cumbre con el objeto de detener la carnicería llevada a cabo por el ejército sirio. La reunión se llevó a cabo en la ciudad del desierto Riad. En esta reunión el presidente sirio Asaad dio la orden de alto al fuego después de 18 meses de amargos combates. El costo para la OLP fue 5,000 palestinos muertos. La presencia de la OLP en el Líbano iba acercándose poco a poco a su fin.

SADAT: EL PRESIDENTE DE EGIPTO

 El 8 de noviembre de 1977, Yaser Arafat fue convocado a El Cairo, para acudir a una sesión del parlamento egipcio. El Presidente Sadat, dijo: “que estoy dispuesto a ir a Israel, a la Knesset, a debatir con ellos”. Esto dejó desconcertado a Arafat. El 19 de noviembre de 1977 el Boeing del presidente egipcio aterrizaba en el aeropuerto de Tel Aviv. Pero cuando oyeron el discurso de Sadat, su sentimiento de traición fue completo. Lo que Sadat había hecho equivalía, a ojos palestinos, a la rendición, y además una rendición que podía dejar a la OLP a la deriva. 
Tres meses más tarde Sadat se reunía en Camp David con Carter y Menahem Begin, llegaron a varios acuerdos que comprometían a Egipto y a Israel a negociar un tratado de paz que se firmó en marzo de 1979. La ruptura era definitiva. En octubre de 1981, el presidente egipcio Sadat fue asesinado por extremistas islámicos en pago por su tratado de paz con Israel.

INVASION

 El 5 de junio de 1982, el gabinete israelí aprobó una invasión tras escuchar los informes presentados por Ariel Sharon. A las 11 de la mañana del 6 de junio, las fuerzas israelíes cruzaron la frontera sur del Líbano, Unos 40,000 soldados israelíes en miles de tanques y vehículos de transporte de tropas cruzaron la línea, Al mismo tiempo unas unidades navales desembarcaron cerca de la ciudad costera de Sidón, sede del mando sur de la OLP. Al amanecer, el ejército israelí había alcanzado la mayoría de sus objetivos. Haj Ismail, el jefe militar a cargo de 2,000 o 3,000 guerrilleros del sur, fue capturado en las afueras de Sidón. 
Escondidos en sus bunkers de Beirut, Arafat y sus colegas había caído en una trampa elemental. Al Tercer día de invasión, Sharon con las fuerzas israelíes se movía por varios frentes hacia Beirut. El 9 de junio, los cazas israelíes aplastaron las baterías sirias de misiles soviéticos SAM en el valle de la Bekaa, y derribaron 29 cazas sirios MIG. Al final de la primera semana las fuerzas israelíes Habían destruido un total de 79 aviones. 
El 11 de junio Israel declaró un alto al fuego unilateral que no se aplicó. Los palestinos estaban ahora completamente solos. En los refugios, Arafat y sus compañeros se preparaban para el sitio de Beirut. Israel se empeñaba con todos los medios a su alcance, a hacer salir de sus refugios los guerrilleros palestinos. 
El 13 de junio Ariel Sharon en traje de faena entraba triunfalmente en Baabda, la sede de la presidencia libanesa. Los libaneses estaban hartos de los años de turbulencias que habían acompañado a la presencia de los guerrilleros palestinos en el Líbano. Querían que se fueran de Beirut, Arafat mismo, sus cuarteles y sus soldados, y cuanto antes lo hicieran, mejor. 
A los primeros días del mes de julio Arafat fue convocado a la gran mansión del primer ministro libanés, el septuagenario Saeb Salam. Los ancianos del Líbano, miembros del Consejo de Salvación Nacional, dejaron claro que en su opinión la OLP había estado más tiempo del debido en Beirut , no podían soportar durante más tiempo ver como se destruía su país y su capital. La batalla desde su punto de vista había concluido. La OLP había perdido.
Más tarde del mismo día, Arafat envió una nota escrita a la residencia de Salam, en que le comunicaba que había decidido abandonar el Líbano. Arafat se retiraba y comenzó a trabajar sobre los detalles finales de la retirada de la OLP.
Los soldados de la OLP serían desperdigados por los cuatro puntos cardinales del mundo árabe. El mismo Arafat y el personal de su cuartel general serían realojados en Túnez, a dos mil kilómetros de la tierra que llamaban palestina. La organización había sobrevivido; la dirección, de milagro había escapado intacta; El 30 de agosto Arafat se despedía de los notables libaneses. En esta guerra murieron 19,000 personas y 30,000 habían sido heridas. Para la OLP perder el Líbano fue un golpe devastador. Para Arafat, ante su evidente debilidad y aislamiento fue uno de sus momentos más bajos, se metió en un proceso de culparse a sí mismo, culpar a los árabes, y culpar a los americanos. Se sentía traicionado.

VOLVER A ESCALAR

El Comité Central de la OLP dio instrucciones al líder de revitalizar a la desmoralizada OLP. Y para ello necesitaba convocar a su Parlamento. La reunión se llevó a cabo en Amman. Fue el rey Hussein quien la inauguró. Hablando fuerte durante 30 minutos el rey invitó a la OLP a abandonar su estancamiento, instó a los palestinos a que se sumaran a la resolución 242 como base para un acuerdo justo y pacífico. La reunión de Amman había cumplido su objetivo, ahora el camino estaba despejado para una iniciativa de paz conjunta con el rey Hussein, la cual podría aproximarle a un dialogo abierto y directo con Estados Unidos. Hussein y Arafat querían presentar una iniciativa de paz conjunta, pero el impase siempre era la resolución 242, nunca se pusieron de acuerdo y el rey pateó el tablero. Así terminó este intento.
 
ATENTADOS

El 25 de septiembre de 1985, tres pistoleros de la fuerza 17 de Arafat, atacaron un yate israelí anclado en el puerto de Larnaca, una ciudad turística de la costa sur de Chipre. Tirotearon a una pasajera, y a continuación a dos hombres. La OLP denunció que eran agentes israelíes. Israel negó las acusaciones y amenazó con vengarse y no tardó en hacerlo. A las 10 de la mañana del 10 de octubre un grupo de cazas israelíes bombardeó la sede de la OLP en Túnez, dejando un saldo de 73 muertos. 
El mismo día que los israelíes bombardeaban Túnez, un trasatlántico italiano llamado “El Achile Lauro”, zarpaba de Génova para un viaje de placer por el Mediterráneo. Estaban a bordo cuatro jóvenes del grupo disidente del Frente para la Liberación de Palestina, su misión era tomar rehenes para negociar la liberación de presos palestinos en cárceles israelíes. Irrumpieron en el comedor disparando sus armas, y ordenaron al capitán Gerardo de Rosa que pusiera rumbo al norte, hacia Siria. Cuatro jóvenes habían tomado como rehenes a 427 pasajeros y 80 tripulantes de un gran trasatlántico. El mundo quedó petrificado, cuando se supo que habían disparado a sangre fría a León Klinghoffer, un judío norteamericano de 69 años de edad confinado a una silla de ruedas, y lo habían arrojado por la borda frente a la costa de Siria. El embajador norteamericano, exigió que los secuestradores, fueran llevados a la justicia. Los secuestradores lograron embarcarse en un vuelo de EgiptAir y volaban fuera del país, cuando fueron interceptados por cazas F-14 del USS Saratoga de la sexta flota norteamericana y lo obligaron a aterrizar en la base aérea siciliana de Sigonella y a continuación los secuestradores fueron puestos en custodia de los Carabinieri italianos. 

INTIFADA 

A las 8 de la mañana del 9 de diciembre, una patrulla armada israelí entró en el campo de Jabaliya en misión de rutina, los jóvenes palestinos de Jabaliya acribillaron a pedradas a los soldados Israelíes. De pronto, se lanzaron dos cócteles molotov. Los soldados abrieron fuego contra la multitud, y un joven de 15 años llamado Hatem Sissi murió casi en el acto a causa de una herida de bala en el corazón. Al día siguiente, la mayor parte de la franja de Gaza estaba amotinada. Había comenzado una revolución espontánea. Cuando Arafat estudió los primeros informes de inteligencia consultó con Kalil al Wazir, “¿Estaba planeado?”, Le preguntó. “No, no lo está”, le dijo al Wazir. ¿Cómo se había extendido tan rápidamente por los territorios? ¿Qué fuerza estaba dirigiendo la rebelión? Al convertirse los días de violencia en semanas, el ministro de defensa de Israel Isaac Rabin, buscaba desesperadamente una fórmula que calmara la agitación. Arafat y la dirección de Túnez debatían ahora cómo engancharse a la espontánea rebelión. 
El primer mes del año 1988, quedó claro que la intifada era mucho más que un espasmo violento y pasajero. Sencillamente, un millón setecientas mil personas habitantes de Gaza y Cisjordania, hartos de veinte años de ocupación crecientemente endurecida, se habían hecho cargo de sus propios asuntos. 
Los dirigentes israelíes habían tomado una decisión que implicaba un acto de guerra contra la OLP, para empezar, el asesinato de Kalil al Wazir. Israel necesitaba un éxito militar que equilibrara el disgusto nacional por el fracaso del ejército al frenar los problemas. Wazir era el objetivo lógico ¿No era con mucho la figura individual más importante de la OLP? Wazir estaba trabajando en el piso de arriba de su villa en Tunes, sintió ruidos en la parte baja, cogió una pistola, pero los comandos israelíes ya estaban frente a él y le dispararon tranquilamente docenas de veces. 
Al oír las noticias, un consternado Arafat volvió a Túnez. La pérdida de Wazir era un golpe devastador. Él y Arafat habían sido amigos íntimos desde hacía más de treinta años. Había sido un pilar de Al Fatah y de la OLP. Los dos hombres estaban tan cercanos que Arafat dijo de él: “Éramos un espíritu en dos cuerpos”. Los dirigentes árabes se reunían en una cumbre en Argel para debatir sobre el levantamiento palestino que ya tenía seis meses de duración. El actor principal era Yaser Arafat. Incluso el rey Hussein se vio obligado a respetar a su viejo rival.

INDEPENDENCIA 

Yaser Arafat y sus colegas tenían que trabajar en una fórmula de independencia de Palestina. Diez días después, 380 respetables palestinos se unieron, en el centro de conferencias Club des Pins, en Argel. Y ante ellos, Yaser Arafat leyó una declaración solemne. “El Consejo Nacional Palestino, en el nombre de Dios y en el nombre del pueblo árabe de Palestina, proclama por la presente la constitución del Estado de Palestina en nuestro territorio palestino, con su capital en la santa Jerusalén”, declamó. “Hoy por fin ha caído el telón tras toda una era de mentiras y negaciones”. Todos los presentes en el salón sabían, que el modesto Estado que habían proclamado no existía salvo en el papel.
Arafat quería una nueva oportunidad de dirigirse a las Naciones Unidas. Pero, George Shultz negó el visado a para que visitara Nueva York con el objeto de dirigirse a la Asamblea General de la ONU. Se levantó un coro de indignación en todo el mundo, y Shultz contestó que Arafat era “un cómplice del terrorismo” y que, como tal representaba una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.
La Asamblea General de la ONU, indignada por la acción de Shultz, decidió trasladar sus deliberaciones a Ginebra, el 13 de diciembre, para poder oír al dirigente de la OLP. 
Ese día en Ginebra, Yaser Arafat entraba en una abarrotada sala de conferencias de la ONU. “Vengo a ustedes en nombre de mi pueblo, ofreciendo mi mano para que podamos construir una verdadera paz, una paz basada en la justicia”, proclamó. “Pido a los dirigentes de Israel que vengan aquí, bajo el patrocinio de las Naciones Unidas (...). Venid, hagamos la paz. Deshagámonos del miedo y de la intimidación. Dejemos atrás el espectro de las guerras que nos han desgarrado sin cesar durante los pasados cuarenta años”. El tono era razonable y las palabras eran conciliatorias, ¿Pero dónde estaban las frases mágicas que el dirigente de la OLP había prometido pronunciar? ¿Dónde estaba el reconocimiento explícito de Israel y la renuncia al terrorismo? 
El Departamento de Estado celebró “los acontecimientos como interesantes y positivos”, pero afirmó al mismo tiempo, que no cumplía con las condiciones norteamericanas para un diálogo con la OLP. ¿Por qué los norteamericanos le abandonaban otra vez? Porque no reconoció claramente a Israel y no renunció al terrorismo con un lenguaje aprobado por Estados Unidos. A las 8:30 de la tarde del 14 de diciembre de 1988, Yaser Arafat leyó un mensaje complementario. “Aceptaba el derecho de todas las partes en Oriente Medio a existir en paz, en seguridad y que renunciamos total y completamente a toda forma de terrorismo”.
Entonces George Shultz levantó el auricular y dijo: “Estamos de acuerdo en que lo ha hecho, Estados Unidos abrirá un diálogo sustancial con los representantes de la OLP”. Fue un momento emotivo para el dirigente palestino.

EL CABALLO EQUIVOCADO 

La propuesta de Isaac Rabin era, que el millón setecientos mil habitantes de Cisjordania y Gaza, eligieran una delegación que conversaría con Israel sobre la formación de una forma limitada de autogobierno palestino para un periodo de transición de cinco años. Mientras tanto en el mundo. La Unión Soviética se acercaba a su colapso. Los otros amigos de la OLP caían como fichas de dominó ante las revoluciones democráticas. 
Cuando Arafat examinó el despliegue de este último drama, concluyó que era el momento de buscar nuevos amigos.
El 23 de febrero de 1990 el presidente Irak Sadam Hussein llegaba a Ammán y denunció el fomento norteamericano del “éxodo sin precedentes de judíos soviéticos al territorio palestino”. Sadam, en posesión del ejército más poderoso del mundo árabe, acababa de postularse como el auténtico guardián de la causa palestina. Arafat se sintió atraído por lo que acababa de oír. Las relaciones entre la OLP e Irak comenzaron a descongelarse, Arafat pasó semanas en la capital iraquí. El único lugar en el que se sentía seguro era en su oficina de Bagdad. La OLP se quedó atónita cuando recibió de golpe 50 millones de dólares desde Bagdad. 
Mientras tanto, continuaba el flujo de emigrantes de la Unión Soviética a Israel. Sólo en 1990, llegaron a Israel unos 100.000 de Europa, y unos 500.000 durante 1995. Arafat pensó que estos acontecimientos calamitosos demandaban organizar una cumbre de emergencia entre jefes de estado. 
La reunión tendría lugar en el Bagdad. El 2 de abril, en un discurso emitido por la radio desde Bagdad, Sadam advertía a Israel que no intentara ningún ataque preventivo contra lrak. Dijo. “Juro por Dios que dejaremos que nuestro fuego devore la mitad de Israel si intenta hacer la guerra a Irak”. La OLP emitió un comunicado de apoyo a “Su Excelencia el Señor Presidente Sadam Huseim. 
El 30 de mayo, Sadam ordenó un ataque con motoras contra las playas de Tel Aviv, llevado a cabo por guerrilleros del Frente de Liberación de Palestina. El 20 de junio, Bush anunciaba que se suspendían las conversaciones de paz. Ya no contaban con Arafat, que se hundía más y más en los brazos de Sadam. 
En la mañana del 17 de julio Sadam Hussein declaró la guerra a Kuwait, Acusaba a Kuwait de violar su frontera para robar las reservas de petróleo iraquíes y pedía que los miles de millones de dólares que los Estados del Golfo habían prestado a Irak durante su guerra con Irán tenían que ser condonados. 
Este era el conflicto para el que Sadam se había estado preparando todos estos meses, y la razón por la cual había estado tan deseoso de conseguir apoyo político de los palestinos. Al imponer su voluntad sobre Kuwait, estaba en el buen camino para liderar el mundo árabe levantado contra Estados Unidos e Israel.

 ENGOFALDOS

 Al amanecer del 2 de agosto, Irak había invadido kuwait. Arafat conferenció con sus lugartenientes, dónde dejaba a la OLP esa audaz invasión iraquí. Ese primer día, el mundo condenó la invasión, EEUU y Rusia firmaron un comunicado de rechazo a la invasión. El presidente Bush, por su parte ordenó al portaaviones USS Independence que se dirigiera al Golfo. 
Cuando Arafat vuelve a Bagdad lo fotografiaron de nuevo dando un abrazo a Sadam, esta imagen la repetían incesantemente en la televisión occidental. Cuando Arafat reanudó sus vanos intentos de vender un plan de paz, los dirigentes kuwaitíes Indignados por su actitud hacia la crisis, juraron vengarse sobre los 400.000 palestinos de Kuwait, acusándolos de colaboracionistas con los ocupantes iraquíes. Además los estados del Golfo dieron por finalizadas sus contribuciones económicas a la OLP. Ghazi al Qosaibi, embajador de Arabia Saudí en Bahrein tildó a Arafat de “triste payaso” que había traicionado a sus amigos y abandonado a su pueblo. 
Durante todo ese tiempo, Estados Unidos envió 100,000 soldados, aviones y barcos de guerra a la región del Golfo, y el Consejo de Seguridad dio una resolución dando un ultimátun a Irak para que deje Kuwiat hasta el 15 de enero. El tiempo pasaba raudo hacia el plazo final del 15 de enero, y Arafat estaba casi ininterrumpidamente en Bagdad, conferenciando a menudo con Sadam, Pérez de Cuéllar. El Secretario General de la ONU salió de Bagdad en su avión y dijo” lo que Sadam necesitaba no era un mediador sino un psiquiatra”.
En Túnez eran las 11 de la noche del 14 de enero. Salah Kalaf había cenado en la casa de su amigo Hail Abdul Hamid. 
Un guardaespaldas de su anfitrión le disparó a quemarropa cuatro balazos en el pecho y uno en la cabeza. Kalaf murió en el acto. El asesinato de Salah Kalaf, de 57 años de edad, fue una pérdida incalculable para la OLP y más concretamente para Yaser Arafat. Sus vidas habían estado entrelazadas durante más de treinta años. Arafat se quedaba casi solo en la dirección histórica de la OLP. ¿Quién había dado la orden de que asesinaran a Kalaf? en las mentes de los altos funcionarios de la OLP apareció Sadam Husseim. Arafat comprendió entonces que su equivocado giro hacia Bagdad había atrapado a Kalaf. 
Cuando llegó el ataque aéreo norteamericano, fue rápido, brutal y devastador. En pocas horas, la fuerza aérea iraquí fue inutilizada, su sistema electrónico proporcionado por los soviéticos fue anulado y sus instalaciones militares sufrieron un bombardeo destructor. 
En un discurso dado en la Casa Blanca, George Bush declaró que los aliados “tenían como objetivo el arsenal de Sadam”. En el muy lejano Túnez, Arafat digería las noticias de la guerra mientras se preparaba para los funerales de Kalaf. Mientras tanto se intensificaba implacable la guerra aérea aliada, día a día, reduciendo las instalaciones iraquíes a escombros.
Cuando Arafat volvió a Bagdad tras el bombardeo norteamericano del 13 de febrero, Sadam reconoció estar preparado para marcharse de Kuwait. El 26 de febrero Sadam Hussein, anunció que todas las tropas iraquíes se estaban retirando y que el emirato ya no era parte de Irak. Un triunfante Bush dijo que iba a enviar al Secretario de Estado Baker a Oriente Medio para comenzar a confeccionar una paz duradera. Arafat, se había quedado sin palabras a causa de la destrucción del ejército iraquí en pocas horas, y contra todas las predicciones.

CUMBRE DE MADRID Y MATRIMONIO DE ARAFAT

Después de la guerra, el abatido Arafat se retiró a sus oficinas de Túnez a considerar su incierto futuro: privado de amigos y de apoyos entre sus tradicionales aliados del Golfo; no bienvenido en Egipto su tierra natal; ridiculizado en occidente donde las televisoras difundían una imagen en la que está abrazando a Sadam Husssein. Además, decenas de miles de palestinos tuvieron que abandonar Kuwait, otros fueron expulsados de Arabia Saudí y de los demás estados del Golfo. El mismo Arafat había sido declarado persona no grata en la mitad de los países del mundo árabe.
Mientras tanto, Bush quería retomar las negociaciones de paz pero, los israelíes no querían negociar con la OLP, querían negociar directamente con los palestinos. Bush y Gorbachov se reunieron el 30 de octubre en la majestuosa sala de columnas del Palacio Real de Madrid. El discurso de Bush fue “Israel tiene ahora la oportunidad de demostrar que tiene la voluntad de entrar en una nueva relación con sus vecinos palestinos (…). Creemos que un compromiso territorial es esencial para la paz”, declaró concretamente. La conferencia de Madrid, fue el comienzo de las discusiones entre Israel y sus vecinos. Con la conferencia de Madrid terminada, Yaser Arafat dio una sorpresa. En noviembre de 1991, a la edad de 62 años, se casó con una mujer 34 años más joven que él. Suha, una palestina cristiana de 28 años de edad. 
El 8 de abril, cuando estaba volando entre Jartum y Túnez, el avión de Arafat, un AN-26 ruso, cayó a tierra en el desierto cerca de la frontera entre Libia y Sudán. Arafat se salvó milagrosamente.

CÁLCULOS

EL 14 de julio de 1992, Isaac Rabin ganó las elecciones y declaró que era el momento, de que los israelíes buscaran la paz con sus vecinos“, pues no hay victoria más grande que la victoria de la paz. Pero si ellos persistían en “el terror y la violencia”, entonces el gobierno israelí usaría “todos los medios posibles” para aplastarlos. El gobierno israelí ya estaba hablando de frenar los asentamientos judíos en los territorios ocupados. Con estos incentivos, Arafat se preparó para trabajar. 
Pero los territorios ocupados, se vieron sacudidos por la violencia. En la mañana del 13 de diciembre de 1992, un policía israelí de 29 años, llamado Nissim Toledano, fue secuestrado por un comando palestino. Esa misma noche dieron un ultimátum a Israel pidiendo la liberación del jeque Ahmed Yassin, que estaba cumpliendo cadena perpetua por homicidio. Si las autoridades israelíes se negaban a acceder, el sargento Toledano sería asesinado. A los dos días se descubrió el cadáver de Toledano con heridas de arma blanca. 
Para empezar a hacer la paz, Arafat necesitaba hablar más directamente con sus enemigos, y viceversa. Así empezó la historia de los acuerdos secretos de Yaser Arafat con Isaac Rabin.

EL ACUERDO

El 19 de enero de 1993, la Knesset decidió negociar directamente con la OLP. Yaser Arafat, volvía al juego de la pacificación de Oriente Medio. 
El 19 de agosto de 1993, Shimon Peres se dirigió a Oslo. En presencia de Peres, Kora’i, representante de la OLP, y el jefe del Ministerio de Exteriores israelí, Uri Savir, firmaron el acuerdo. Para los opositores a Arafat, e incluso para sus seguidores, parecía como una capitulación final. En Washington se ultimaban los preparativos para una ceremonia de gala en el jardín de la Casa Blanca en la que el Primer Ministro de Israel y el presidente de la OLP se reunirían por primera vez. Lo que faltaba era, que Arafat se asegurara el respaldo de su Comité Ejecutivo. Arafat respondía a sus opositores: ”Los israelíes puede que no estuvieran ofreciendo demasiado, pero si la OLP no aceptaba, no tendrían nada en absoluto, y hasta esa oferta podría desaparecer”. Ese fue el factor decisivo. Arafat se salió con la suya. 
El 09 de septiembre, un eufórico Arafat se presentaba ante la prensa mundial. “He firmado el acuerdo”, exclamó. A la mañana siguiente, Holst sacó el documento firmado por Arafat y se la entregó a Isaac Rabin. El primer Ministro israelí leyó cuidadosamente las cuatro páginas y firmó. Estaba hecho. Arafat y Rabin salieron para Washington. El 13 de septiembre de 1993, ambos se reunieron a solas con el presidente Bill Clinton, en la Sala Azul de la Casa Blanca. 

REVÉS

Dos años después de la firma del acuerdo, en Tel Aviv cuando Isaac Rabin y Shimon Peres recibían el aprecio de una multitud, Yigal Amir, disparó tres tiros en la espalda a Rabin, hiriéndole fatalmente. Eran las 9 y 47 minutos del 4 de noviembre de 1995. 
En la franja de Gaza, Yaser Arafat, oyó la noticia de que habían disparado a Rabin. Cuando por fin conoció su muerte, lloró. Arafat llamó a Shimon Peres para expresar sus condolencias, comenzaba a comprender las dimensiones de la tragedia. Rabin era irreemplazable. 
Dos semanas después de que palestinos e israelíes decidieran el esquema de su acuerdo preliminar sobre medidas de seguridad para Gaza y el enclave de Jericó, tendría lugar un terrible suceso. 
En la mañana 25 de febrero, Baruch Goldstein, un terrorista judío, se introdujo en la mezquita de Ibrahim y comenzó a disparar a la multitud, murieron 29 palestinos. El asesino Goldstein fue capturado y muerto por una enfurecida multitud. Ahora, eran los palestinos los que habían sido masacrados por un terrorista israelí. 
Arafat, en Túnez expresó su consternación y tuvo que volver a la mesa, para completar las negociaciones sobre Gaza y Jericó, para poder enseñar algo tangible a su gente, a cambio de las concesiones hechas en Oslo. Lo que consiguió el acuerdo es que se puso en marcha el reloj de un periodo de transición de cinco años en dirección a las conversaciones sobre el estatus final de una entidad Palestina que nacería no más tarde de mayo de 1996, con mayo de 1999 como punto final de ese periodo de transición. 
El acuerdo abrió también el camino para que Arafat volviera al territorio palestino tras una ausencia de 27 años, como presidente de una Autoridad Palestina Provisional hasta que se pudieran celebrar elecciones y se estableciera una Autoridad Palestina adecuada. En Gaza, se había preparado un escenario cerca de la plaza mayor. Arafat “Hemos prometido a nuestros mártires que rezaremos en Jerusalén”. “Tenemos una gran misión por delante; la gran misión de construir esta patria, construir nuestras instituciones, y reconstruir las instituciones que la ocupación israelí destruyó”. Después de la euforia producida por el regreso de Arafat a Taba, israelíes y palestinos se tomaron un respiro. 
Antes de que acabara el año, Arafat, Rabin y Peres serían premiados con el Premio Nobel de la Paz conjunto. Arafat además recibió un regalo personal, Suha Arafat dio a luz a una hija en París, que recibió el nombre de Zahwa. 
Se firmaron los documentos y los mapas, el 28 de septiembre, en presencia de Clinton. A continuación habría elecciones a principios de 1996, para elegir la Presidencia y para el Consejo Legislativo del pueblo palestino. No hubo euforia esta vez entre los testigos silenciosos Clinton, Mubarak y el rey Hussein. Todos comprendían que la complejidad de Oslo 2 era tanta, y tan difíciles los asuntos que se habían dejado sin resolver. 

EL BACHE

Tras el regreso de Arafat a Gaza, la desagradable realidad se impuso rápidamente. El control estaba muy centralizado en las manos de Arafat , como Presidente del Comité Ejecutivo de la OLP, tenía carta blanca para interpretar sus funciones del modo en que le conviniera. Y además estaba el problema del dinero. Una conferencia de 22 donantes, en octubre de 1993, celebrada bajo el patrocinio del Banco Mundial, prometió dos mil cien millones de dólares para el periodo provisional anticipado de cinco años.
Con este fin El Banco Mundial creó el Consejo Económico Palestino para el Desarrollo de la Reconstrucción (PECDAR) para supervisar los proyectos, el dirigente palestino emitió un decreto en noviembre de 1993 que establecía que el PECDAR le rendiría cuentas a él, y que él sería su presidente. Los asuntos se habían puesto tan feos en 1997 que el Consejo Legislativo Palestino, encontró signos de corrupción y malversación, se encontraron coches de lujo distribuidos entre los miembros de la dirección y sus familias, y la construcción de extravagantes villas. 
El 20 de enero de 1996, se celebraron las elecciones. Arafat fue elegido como el primer presidente de la ANP. Pero el gatillo se apretó pronto. 
El 5 de enero, la seguridad israelí mató a Yehiya Ayash, un terrorista de Hamás conocido como “el ingeniero” a causa de su habilidad para la fabricación de bombas. El 25 de febrero, un terrorista se voló a sí mismo en un autobús de Jerusalén, matando a 24 personas. Siguieron, otras tres grandes bombas. En total, 58 personas fueron asesinadas y unas 200 heridas dentro de las fronteras de Israel desde la fundación del Estado palestino. 
El 29 de mayo, los israelíes fueron a las urnas. Netanyahu, sería el Primer Ministro de Israel. La administración Clinton percibió que la elección de Netanyahu iba a crear dificultades. A finales de septiembre, alrededor de cien personas habían sido asesinadas, la mayoría de ellas palestinas, y cerca de mil habían sido heridas. 
Al contemplar este desastre, Clinton invitó a la Casa Blanca a Netanyahu y a Arafat, junto con el rey Hussein. El 15 de enero de 1997, Israel y la Autoridad Palestina firmaron los Acuerdos de Hebrón. Arafat, se dirigió a una multitud de 20.000 personas y dijo:” Jerusalén será la capital de nuestro Estado palestino independiente”. Pero en cuanto se pronunciaron estas palabras, Netanyahu tiró de la alfombra bajo sus pies y el extremismo palestino continuó echando raíces. El gobierno de Netanyahu terminó y en las elecciones de Israel, El Partido Laborista de Ehud Barak aplastó a Netanyahu.

DECEPCIÓN

Clinton, el 15 de julio se reunió con Barak en la Casa Blanca para discutir sobre el camino a seguir. El 5 de julio Clinton anunció que israelíes y palestinos se reunirían en Camp David. Arafat insistía en una completa retirada israelí de todos los territorios ocupados, incluyendo Jerusalén Este. Clinton dijo a Arafat: “Si los israelíes pueden hacer compromisos y tú no puedes, yo me debería ir a mi casa. Has estado aquí durante catorce días y has dicho que no a todo. Estas cosas tienen consecuencias; el fracaso significará el fin del proceso de paz (…). Que se vaya todo al infierno y vivamos con las consecuencias”. El martes 25 de julio del 2000, la cumbre había terminado Al final, el fracaso de Camp David 2, fue el fracaso propio de Clinton.
El 28 de septiembre, Sharon, protegido por una falange de policías israelíes, visitó Haram el Sharif, Monte del Templo con incendiarias consecuencias. El 29 de septiembre cuando un número de judíos estaban rezando en el Muro de las Lamentaciones, los palestinos se vengaron arrojando piedras y cascotes desde el complejo de Haram al Sharif hacia los que rezaban más abajo. Presas del pánico, la policía abrió fuego, matando a cierto número de palestinos e hiriendo a docenas. Las bombas suicidas se consolidaron como arma de respuesta para grupos más extremos. 
El 12 de octubre, una multitud de palestinos tomó una comisaría de la policía palestina en la ciudad Cisjordania de Ramala y asesinó a dos soldados israelíes que estaban allí retenidos. Uno de los cadáveres fue paseado por las calles de la ciudad. Los macabros asesinos palestinos levantaban sus manos mojadas en la sangre israelí ante las cámaras de televisión, una imagen que sería muy difícil borrar. 
Cuatro días después, Clinton se apresuró a llegar al enclave egipcio en el Sinaí de Sharm el Sheik para mediar entre Arafat y Barak, pero no pudo. A finales de año habían fallecido cerca de cuatrocientas personas, la mayoría de ellas palestinas. Además Clinton y Barak terminaron su gobierno.

SITIADOS

El 7 de marzo Sharon asumió el gobierno. Los israelíes empezaron a utilizar medidas más extremas, incluyendo asesinatos selectivos de militares sospechosos. El ejército israelí también volvió a ocupar territorio controlado por los palestinos, como respuesta, los atentados suicidas se hicieron más frecuentes. Fue en este punto muerto, cuando el gabinete israelí debatía: si se debía golpear militarmente al mismo Arafat en represalia por el incremento de la intifada, o si expulsarle sería una mejor opción. 
El 9 de agosto, un terrorista de Hamás se inmoló en una abarrotada pizzería de Jerusalén, matando a 15 personas e hiriendo a 90. Israel contestó bombardeando el cuartel general de la policía palestina en Ramala. La incapacidad de Arafat para controlar a Hamás y la Yihad Islámica – era reveladora y muy peligrosa. La administración Bush, creía que Arafat era cómplice de las actividades terroristas. 
Cuando Arafat, presenció el dramático choque de aviones de pasajeros contra el World Trade Center y contra el Pentágono, se quedó sin habla. A las 5:56 de la tarde, Arafat hizo una declaración pública “Envío mis condolencias y las condolencias del pueblo palestino al presidente Bush, a su gobierno, y al pueblo norteamericano por esta acción terrible”. 
Sharon se refirió a Arafat como “el Bin Laden de Oriente Medio, los pistoleros palestinos mataron al Ministro de Turismo Israelí Rehavam Zeevi. Por la muerte de Zeevi se ordenó la detención domiciliaria de Arafat en Ramala. 
El Secretario de Estado Powell pronunció un importante discurso sobre Oriente Medio: “Los palestinos deben eliminar cualquier duda, de que aceptan la legitimidad de Israel como Estado Judío, y terminar con la violencia. Israel debe acabar con la ocupación, y aceptar un Estado Palestino en el que los palestinos puedan decidir su propio futuro en su propia tierra y vivir con dignidad y seguridad”. 
Los primeros días de diciembre, con Arafat detenido en Ramala, los helicópteros israelíes destruyeron su casa frente al mar. Los asesinatos selectivos de dirigentes palestinos se hicieron más comunes que las bombas suicidas. El objetivo era presionar a Arafat para que controle a sus militantes islámicos, pero estaba muy claro que poco podía hacer el debilitado dirigente palestino más allá de emitir comunicados llamando a la moderación. Sharon, en una entrevista con el periódico israelí Maariv, dijo que lamentaba no haber “eliminado” a Arafat durante la invasión de Líbano. 
Pero en mayo Arafat se ganó el indulto de su prolongado encarcelamiento. Sin embargo, Arafat permaneció en Ramala, evitando salir fuera del país por temor a que no se le permitiera volver. El 9 de septiembre, Arafat apareció por primera vez en año y medio ante el Consejo Legislativo Palestino. Dos días después, su gobierno se vio obligado a dimitir para evitar un voto de censura parlamentario. 
Sin embargo, Arafat siempre ha sido un optimista. Arafat afirma que como la causa palestina es justa, y él sigue siendo su símbolo, entonces, les guste o no les guste a sus aliados norteamericanos y europeos, será difícil excluirle En caso de que se reanuden unos genuinos trabajos por la paz. Pero no pudo esperar mucho, el destino dio su última palabra, el 11 de noviembre del 2004 falleció a la edad de 75 años en un hospital de París. 

FIN